
El suicidio
espera,
como un acto seguro,
predestinado anuncio
de un sábado por la noche,
amanecer nublado
con el cuerpo pálido,
con un cielo indiferente,
el mismo que no deja escrito
-misericordia-.
Perder de nuevo,
perder desde el principio,
perder por última vez
escrito con metal
entre cortes transversales.
La perdida en pasado
se desencadena en mis manos,
te dejo libre
y me dejo a mí
con la eternidad desnuda,
con la paz tocando las raíces
que van de los pies a la tierra.
Caer después
entre suspiros de colores,
descalza,
caminando entre almas
del último sueño,
adivinando el momento futuro
rodeada de tierra.
Y tú...sigues aquí,
con el cuerpo adolorido
intentando detener mi muerte.
.
.
.
No comments:
Post a Comment